Claro, aquí tienes la información reescrita: A partir de 2026, se implementará una nueva “fórmula” para calcular la inflación en Argentina. Esta metodología buscará actualizar la forma en que se miden los precios, incorporando nuevos precios de referencia y metodologías avanzadas para ofrecer un panorama más preciso de la evolución de la inflación en el país. La idea es que, al adoptar estos cambios, se logre una medición más realista que refleje con mayor exactitud el impacto en el bolsillo de los ciudadanos.

Claro, aquí tienes la información reescrita:

A partir de 2026, se implementará una nueva “fórmula” para calcular la inflación en Argentina. Esta metodología buscará actualizar la forma en que se miden los precios, incorporando nuevos precios de referencia y metodologías avanzadas para ofrecer un panorama más preciso de la evolución de la inflación en el país. La idea es que, al adoptar estos cambios, se logre una medición más realista que refleje con mayor exactitud el impacto en el bolsillo de los ciudadanos.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) ha confirmado que desde enero del próximo año comenzará a implementar una nueva metodología para medir la inflación, la cual reflejará con mayor precisión los hábitos de consumo actuales de los hogares argentinos.

La canasta de bienes y servicios utilizada para calcular el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se actualizará por primera vez en casi dos décadas. La actual, que se basa en datos de 2004/2005, será sustituida por una más reciente correspondiente a 2017/2018. El primer informe con la nueva estructura se dará a conocer en febrero de 2026.

Según informaron fuentes del organismo, en las próximas semanas se llevarán a cabo reuniones con economistas y consultores para presentar los detalles técnicos del cambio. Los equipos del Indec ya habían preparado la modificación hace meses, pero esperaban la autorización política para oficializarla.

Mayor peso para servicios, menos para bienes
Con la nueva fórmula, el Indec busca que el IPC mensual refleje de manera más fiel los nuevos hábitos de consumo. En este sentido, los servicios adquirirán más relevancia dentro del índice, mientras que los bienes perderán algo de peso.

Un informe de la consultora Equilibra detalló que el rubro Vivienda, electricidad, gas y otros combustibles pasará de representar el 9,4% actual al 14,5% de la canasta. También aumentará el peso del Transporte, que subirá del 11% al 14,3%, considerando precios de vehículos, boletos de colectivos, trenes o subtes.

En cambio, Alimentos y bebidas, que actualmente representa más de un cuarto del índice, disminuirá su ponderación del 27% al 22,7%. Asimismo, Prendas de vestir y calzado caerán de casi el 10% a 6,8%, y Restaurantes y hoteles, que pasará del 9% al 6,6%.

Servicios de streaming y comunicaciones
Una de las novedades más destacadas de la actualización del IPC será la inclusión de servicios de streaming y comunicaciones como parte significativa de la canasta.

El rubro Comunicaciones, que abarca servicios de internet, telefonía fija y plataformas digitales como Netflix, Spotify o Disney+, pasará de representar el 2,8% del total a 5,1%. El Indec busca reflejar el gasto real de los hogares, donde la conectividad y el entretenimiento digital han adquirido una fuerte presencia en los últimos años.

Con esto, los aumentos en los abonos de celular, internet o streaming impactarán más en el IPC mensual, mientras que las subas de alimentos o vestimenta tendrán menos incidencia que antes.

Revisión histórica y efectos esperados
El economista Haroldo Montagú, de la consultora Vectorial, explicó que las buenas prácticas estadísticas “recomiendan no solo la actualización de las canastas, sino también un empalme entre las dos series que revise todo el 2024 y 2025”.

Este proceso de revisión “abrirá el debate sobre cuál fue en concreto el impacto en el poder adquisitivo de los salarios y jubilaciones durante los últimos años”, añadió Montagú.

Por su parte, Equilibra realizó un ejercicio comparativo con la nueva canasta y llegó a la conclusión de que no habría grandes diferencias en el resultado global. Por ejemplo, la inflación de septiembre, que fue del 2,1%, habría sido del 2,2% con la nueva metodología. En marzo, el mes con la inflación más alta en 2025, el 3,7% informado por el Indec habría sido incluso menor, del 3,6%.

Un cambio para modernizar la medición
El nuevo IPC del Indec busca adaptar la estadística oficial a una economía donde los servicios, la tecnología y las tarifas tienen un peso cada vez mayor en el gasto familiar.

Con la implementación de esta metodología, los aumentos en luz, gas, agua, transporte o telefonía tendrán un efecto más significativo en el índice, mientras que las variaciones en alimentos o ropa impactarán menos que anteriormente.

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